De Enseñanza 65
5 Bienaventurado el que comiendo de este fruto crea firmemente que ha comido del Árbol de la Vida, porque de cierto os digo que él no morirá. En este tiempo os encontré muertos a la vida de la gracia, mas mi presencia a través de esta enseñanza ha sido vuestra resurrección.
Os considerabais indignos de hallaros ante mi presencia y os hice dignos, purificando a vuestro espíritu de todas sus faltas pasadas, revistiéndolo de pureza. Con este perdón os he entregado una lección de amor y de justicia: ponedla en práctica en vuestros hermanos.
6 ¿Con qué derecho vais a juzgar y a sentenciar a vuestros semejantes por causa de sus imperfecciones? Recordad que os dije en el Segundo Tiempo: El que se encuentre libre de pecado que arroje la primera piedra.
8 En vuestro desierto de restitución está descendiendo el maná celestial; cuando lleguéis a la mansión divina, os sentaréis a la mesa del Padre a comer de sus manjares. El desierto extenso representa la expiación, y el camino, la evolución del espíritu.
10 Cuando un hombre llega a creer que sus faltas no tienen perdón, se aparta más y más del sendero. ¡Ah!, si supiera que un instante de sincero arrepentimiento puede salvarle conduciéndole a su restitución, que por muy lejos que crea estar de mi Divinidad un solo paso le separa, y ese paso es el de su arrepentimiento.
¿No oís mi voz? ¿No sentís que llego como Padre amantísimo, como amigo leal? Dormís y es por eso que no escucháis mi llamado. ¿Cómo esperáis oír mis pasos si vengo sobre una nube?
13 Este es el tiempo que vio y anunció Joel, en el que los hijos de la Humanidad tendrían visiones y sueños proféticos, en que sus bocas hablarían movidas por mi fuerza divina, porque mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu.
14 He aquí un pueblo que nace y crece en el silencio y cuyos hijos vierten palabras del Espíritu Santo, transmiten los mensajes espirituales y con su mirada espiritual traspasan los umbrales del Más Allá y miran los acontecimientos del futuro; de cierto os digo que esta simiente está esparcida en todo el mundo y nadie podrá destruirla.
15 Por labios de hombres, mujeres y niños habéis escuchado mi concierto divino, habéis penetrado por vuestro éxtasis en el deleite de oír la voz del Señor y de sus ángeles. Mi palabra no es para un pueblo, es para todos los pueblos, para todas las creencias y religiones.
16 Sólo esta multitud sabe que éste es el Tercer Tiempo, pero la Humanidad también lo sabrá, aunque antes negará todo cuanto os he revelado y que ha quedado escrito. En verdad os digo que esta palabra llegará hasta los confines de la Tierra, porque nada es imposible para Mí.
Mostraré al mundo mis heridas como a Tomás, para que crea y se arrepienta, para que se lave en su llanto y después me siga fielmente hasta el fin.
Este maná divino descenderá sobre todo corazón y el camino que conduce a la mansión del Señor le será descubierto a todo espíritu.
17 Las aguas del pozo de Jacob se secaron y no calmaron la sed del espíritu de la Humanidad. Yo se lo había dicho ya a la samaritana: -En verdad te digo que Yo tengo un agua de la que quien de ella bebiera, sed no volverá a tener Y esa agua cristalina y pura es mi palabra, la que derramaré sobre el mundo para mitigar su sed abrasadora.
31 Un nuevo diluvio se desatará, el cual lavará la Tierra de la perversidad humana. Derribará de sus altares a los falsos dioses, destruirá piedra por piedra los cimientos de esa torre de soberbia y de iniquidad y borrará toda doctrina falsa y toda absurda filosofía; mas este nuevo diluvio no será de agua como en aquel tiempo, porque la mano del hombre ha desatado todos los elementos, tanto visibles como invisibles, en su contra. Él mismo dicta su sentencia, se castiga y se hace justicia.
32 Toda deuda será saldada, aun la más pequeña; para ello es menester que los grandes de hoy se conviertan en siervos y que los vasallos se levanten. Vosotros que me oís, creed en vuestra responsabilidad ante la paz del mundo.
45 Debéis saber que en estos tiempos es muy difícil engañar a la Humanidad; su espíritu se encuentra despierto y aunque perdido en el materialismo de su existencia, es sensible a toda manifestación espiritual; y si a vuestros hermanos no los podéis engañar, ¿engañaréis a vuestro Padre?
46 Dejad que el amor del Maestro se albergue en vuestro ser para que lleguéis a perdonar a vuestros enemigos como Él os perdona; entonces vuestro corazón será entre la Humanidad como ancla de salvación.
47 Preparad vuestra barca porque la tempestad de un momento a otro puede llegar. ¿No presentís el ambiente de lucha? ¿Nada os revela vuestro espíritu?
Oíd las voces de la Naturaleza y observad el curso de los elementos.
Penetrad en el corazón de vuestros hermanos y encontraréis el anuncio de la lucha que se aproxima; todo os habla de caos.
Si es la mente humana, sólo concibe armas para la destrucción; si es el corazón, no da albergue a sentimientos de fraternidad y sí al odio.
La salud no existe en un solo cuerpo, todos se encuentran contaminados de la enfermedad y de la peste; los niños nacen con una carga de dolor, los padres desconocen a sus hijos y los hijos a sus padres; los esposos se separan; las mujeres pierden su virtud sin darle valor alguno; los hombres profanan lo más sagrado; las religiones se desconocen y se desgarran entre sí y los vicios toman fuerza entre los hombres. Mientras, mi palabra con un dulce reclamo os despierta, os invita a la regeneración y a que os libréis de perecer en ese mar tempestuoso.
Sólo una doctrina espiritual como la mía es capaz de sostener al hombre en el camino de la vida. Sólo mi palabra puede resolver los profundos problemas del espíritu y endulzar la existencia del hombre en su jornada de pruebas y amarguras.