De Enseñanza 64
2 En el Segundo Tiempo os dije: En la casa de mi Padre hay muchas moradas; con ésto quise deciros que existen muchos mundos donde el espíritu puede alcanzar su completa evolución. Haced méritos para que alcancéis un lugar elevado en las moradas donde brilla con más intensidad la luz y la paz espiritual.
¿En dónde penetraréis después de esta vida? Sólo Yo lo sé; por eso os digo que con obras buenas labréis una escala por donde podáis ascender hasta alcanzar la verdadera paz espiritual, y que no retardéis el momento en que vuestro espíritu reciba el galardón que haya conquistado con esas obras de amor hacia sus hermanos.
3 ¿Veis que no son castigos los que esperan al que no haya cumplido con la misión que el Padre le encomendara? Sólo vais a recoger el resultado de vuestras obras.
4 No es en el tribunal creado por la imaginación humana donde me veréis en aquella hora de juicio; será en mundos desconocidos donde penetren los espíritus para encontrar una luz más pura y más brillante que ilumine a los que hayan ido en la vida en pos de la verdad y de la elevación.
Los que no buscaron mi verdad, llegarán a lugares de expiación donde restituirán a su espíritu su pureza, para después seguir adelante y llegar a Mí, porque ninguno se perderá.
5 ¡Cuán decisiva será en ese instante la misión de vuestra conciencia, porque nadie podrá callar la voz de ese juez que vive unido indisolublemente a vuestro espíritu! Analizaréis todos los actos de vuestra vida y ninguno se sentirá juzgado con exceso de rigor o sobra de benevolencia. Ahí será donde esa luz; que puse desde el principio para que iluminara el camino del espíritu, brillará intensamente.
6 Amaos de una nación a otra, uníos en una sola hermandad, para que mañana, cuando habitéis en distintas moradas, podáis amaros de un mundo a otro.
7 De cierto os digo que no existe día más feliz para un espíritu, que aquél en que presenta su cumplimiento delante de su Creador y ese fruto resulta agradable ante su infinita sabiduría.
8 Los espíritus de luz, aquéllos a quienes llamáis ángeles, vendrán a vuestro encuentro para presentaros delante de vuestro Padre.
9 Vuestras gargantas exclamaron en el Segundo Tiempo al ver venir a Jesús: -¡Hosanna, hosanna al que viene en el nombre del Señor!- Ahora, cuando sentís que mi Espíritu se acerca a vosotros, abrís las puertas del santuario de vuestro corazón, penetráis en silencio en él y me mostráis el gozo interior que os embarga.
10 Soy el mismo de aquel tiempo, vosotros también sois los mismos, mi enseñanza la misma también; sin embargo, vuestra evolución es mayor y por eso buscáis una comunicación y un culto más perfecto hacia vuestro Creador. Ahora, cuando oráis, vuestro espíritu desprendido de la materia se confunde con los ángeles que pueblan el espacio espiritual; para entonar unido a ellos un himno que no es de la Tierra sino del Cielo.
11 Cuando la Humanidad conmemora el nacimiento del Salvador, se llena el corazón de los hombres de una alegría y de una esperanza que no sabrían explicar; lo mismo acontece cuando conmemoráis la Pasión y el sacrificio de vuestro Señor; experimentáis, aunque sea por un instante, una tristeza inexplicable; y es que siempre estoy naciendo y muriendo en el corazón de los hombres.
13 Sobre las tablas de la ley del Primer Tiempo, cuánta sangre ha caído tratando de borrar lo que en ellas estaba escrito; sobre mi Doctrina del Segundo Tiempo, cuánta profanación se ha hecho sin poder llegar a empañar su luz; mas todo lo he perdonado, porque el perdón es resurrección y es vida, y os he dicho que Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
14 Alguno suele preguntarme: -Maestro, si perdonáis nuestras faltas, ¿por qué dejáis que con dolor las lavemos?- A lo que os digo: Yo os perdono, pero es necesario que reparéis esas faltas para que devolváis a vuestro espíritu su limpidez.
15 En el Segundo Tiempo os dije: Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá. Ahora os digo que vuestra mano llame siempre a la puerta del Padre y no a la del juez. Buscad mi amor, mi sabiduría, mi perdón, pero no busquéis mi justicia que es inexorable.
16 La virtud ha sido menospreciada y tenida como algo nocivo o inútil; ahora ha llegado el tiempo en que comprendáis que sólo la virtud os salvará, os hará sentir la paz y os llenará de satisfacciones; pero todavía ha de sufrir muchos tropiezos y vejaciones la virtud para poder penetrar en todos los corazones; los soldados que la defiendan tendrán que luchar con gran esfuerzo y fe.
¿ Dónde están esos soldados del bien, de la caridad y de la paz? ¿Creéis ser vosotros? Os examináis interiormente y me contestáis que no sois vosotros; en cambio, Yo os digo que con buena voluntad todos podéis ser de esos soldados. ¿Para qué creéis que he venido entonces entre vosotros?
17 Si ponéis de vuestra parte todo vuestro amor por esta causa, tendréis el mérito de haber preparado el camino para el advenimiento de las nuevas generaciones, que traerán al mundo un mensaje de felicidad.
18 Mucho de lo que os he hablado en mis lecciones es para que lo cumpláis, mas también reconoced que en vosotros estoy hablando a vuestros hijos. Oíd y analizad para que vuestra envoltura se doblegue mansamente y ayude a marchar a vuestro espíritu por el sendero que le estoy trazando con mis lecciones de amor.
21 Estoy preparando a los discípulos que tendrán que demostrar al mundo, que no es un imposible ni significa un sacrificio el cumplimiento de mi Ley.
22 Con amar a vuestros semejantes estáis a salvo, cumplir con este precepto no es una penitencia. A quien viva para servir a su propio hermano sintiendo y aliviando su dolor, le bastará una breve oración a Mí para que Yo, por su conducto, haga prodigios.
25 ¿Cuándo soñarán los hombres con alcanzar la perfección de su espíritu? Hoy ni siquiera tienen paz, porque entre ellos no existe la buena voluntad. La luz de los Cielos comenzará a reflejarse en este mundo, cuando en los hombres surja esta buena disposición para encauzar su marcha por el sendero de la fraternidad, del respeto mutuo, del amor de los unos hacia los otros.