El Tercer Testamento Enseñanza 170
Versión Compendiada

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De Enseñanza 170


56 En verdad os digo que desde los primeros días de la Humanidad, el hombre tuvo la intuición de llevar en sí un ser espiritual, un ser que si bien era invisible, se manifestaba en las distintas obras de su vida.

57 Vuestro Señor os ha revelado de tiempo en tiempo la existencia del espíritu, su esencia y su arcano, porque aun llevándolo en vosotros, es tan denso el velo en que os envuelve vuestra materialidad, que no podréis llegar a contemplar lo que es más noble y puro en vuestro ser.

58 Muchas son las verdades que el hombre se ha atrevido a negar; sin embargo, la creencia de la existencia de su espíritu no ha sido de las que haya combatido más, porque el hombre ha sentido y ha llegado a comprender que negar a su espíritu sería tanto como negarse a sí mismo.

59 La materia humana, cuando ha degenerado a causa de sus pasiones, de sus vicios y de su materialismo, se ha convertido en cadena, en venda de obscuridad, en prisión y en obstáculo para el desarrollo del espíritu. A pesar de ello, nunca le ha faltado en sus horas de prueba un destello de luz interior que venga en su ayuda.

60 De cierto os digo que la expresión más elevada y pura del espíritu es la conciencia, esa divina luz interior que le hace ser entre todas las criaturas que le rodean, la primera, la más alta, la más grande y la más noble.

61 -Maestro, me preguntáis en silencio -¿por qué sabemos tan poco del espíritu?, ¿por qué sabemos tan poco de nosotros mismos?

62 Y el Maestro os contesta: Porque os habéis dedicado más a lo que os brinda el mundo y no os habéis consagrado al estudio de lo imperecedero, que es vuestro espíritu.

El mismo espíritu, ante las bellezas, ante las maravillas y los deleites que le proporciona la vida, renuncia aunque sea pasajeramente a los goces que le pueda proporcionar su propio desarrollo. Sin embargo, debo deciros en verdad, que no por ello vayáis a creer que la materia sea más poderosa que el espíritu y que ésta sea la causa de que haya descendido hasta materializarse.

No, el espíritu es incomparablemente más fuerte y nunca dejará de serlo; mas si ha caído, ha sido voluntariamente, seducido por los atractivos de un mundo que, aunque sea fugazmente, le ofrece a través de los sentidos de la carne una vida fecunda en placeres y en tentaciones.

63 Es natural que su materialidad le impida el conocerse a sí mismo y no le permita manifestar sus dones a través de su parte humana. Porque la naturaleza material parece ser la más opuesta a la naturaleza espiritual; sin embargo, cuando en vosotros lleguen a armonizar ambas, llegaréis a ver que vuestra naturaleza material es como un espejo límpido que refleja en toda su belleza lo espiritual y aun lo divino.

64 Buscad mi presencia en las obras llevadas a cabo por Mí y a cada paso podréis encontrarme; tratad de oírme y me escucharéis en la voz potente que surge de todo lo creado, porque no encuentro dificultad alguna en manifestarme a través de los seres de la Creación.

Lo mismo me manifiesto en un astro, en el furor de una tempestad, que en la dulce luz de una aurora. Lo mismo hago oír mi voz en el melodioso trino de un ave, que lo expreso por medio del aroma de las flores.

Y cada expresión mía, cada frase, cada obra os habla a todos de amor, de cumplimiento a las leyes, de justicia, de sabiduría, de eternidad en el espíritu.

65 ¿Por qué no habéis logrado llegar a mostraros en toda la plenitud espiritual, en la gran belleza de vuestro espíritu, habiendo tenido potestad sobre lo material? Por haberos dejado arrastrar por las pasiones del mundo.

66 Por tanto, no huyáis del estudio y de la práctica de mi enseñanza, sabiendo que por ese medio alcanzaréis mayor espiritualidad; debéis aprender a merecerla con sabiduría y habréis alcanzado el principio de la armonía universal en la que sabréis dejar que vuestro espíritu se manifieste.

67 Interpretad y cumplid la Ley, y con ello os prepararéis para llegar a habitar en las moradas superiores de la espiritualidad. Mientras existan mundos materiales, es necesario que el mundo espiritual siga vibrando y derramando su luz sobre ellos.

68 Considerad que si ahora no habéis podido dominar una frágil envoltura, ¿qué misión podré confiar a vuestro espíritu cuando esté morando en un valle de mayor espiritualidad?

69 Sólo Yo puedo daros estas lecciones, oh humanidad. ¿Qué hombre podría llegar a deciros lo que para vosotros tengo reservado en mi arcano? Meditad y orad, oh discípulos, para que mi enseñanza os conduzca a la reconciliación del espíritu con su envoltura.


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