El Tercer Testamento Enseñanza 171
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De Enseñanza 171


69 El amor tiernísimo de Dios para sus criaturas no tiene forma; sin embargo, en el Segundo Tiempo tomó forma de mujer en María, la madre de Jesús.

70 Comprended que María siempre ha existido, ya que su esencia, su amor, su ternura, siempre han estado en la Divinidad.

71 Sobre María ¡cuántas teorías y confusiones se han forjado los hombres! Sobre su maternidad, su concepción y su pureza ¡cuánto han blasfemado!

72 El día que ellos comprendan en verdad esa pureza, se dirán: -¡Más nos valiera no haber nacido!- Lágrimas de fuego quemarán su espíritu; entonces María les envolverá en su gracia, la Divina Madre les protegerá con su manto y el Padre les perdonará diciéndoles con amor infinito: Velad y orad que os perdono y en vosotros perdono y bendigo al mundo.

82 Una lucha intensa espera al hombre del mañana, una lucha noble y elevada por medio de la cual será restaurada la paz y el amor en el mundo.

83 Sobre cimientos de verdadero saber, de amor y de justicia, levantarán los hombres del mañana un mundo de paz y de luz.

Un nuevo mundo en lo moral, lo espiritual, intelectual y científico surgirá de los escombros del pasado con el cual se transformará por completo la vida de los hombres.

84 Aquí, donde tanto se ha combatido el bien, donde tanto se ha profanado lo sagrado, donde tanto se ha rechazado todo lo que es justo y lícito, se llegará a establecer la Ley del amor.

El actual valle de lágrimas se transformará en un valle de paz, porque la buena voluntad del hombre por perseverar en la Ley, tendrá su justa compensación al recobrar ese supremo don del espíritu: la paz.


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