De Enseñanza 56
12 Después de que Cristo estuvo en la Tierra, iluminó a cuatro apóstoles de su Doctrina, concediéndoles que en sus meditaciones y éxtasis recordaran su divina palabra, para que legasen a la Humanidad lo que sus espíritus alcanzaron a recibir a través de su entendimiento; ellos fueron Marcos, Lucas, Mateo y Juan.
13 Llegará el día en que los libros serán arrojados al fuego por inútiles, lo que acontecerá cuando la esencia de ellos exista en vuestro corazón y la Ley que encierra la viváis, mas, antes, este último Testamento se unirá a los dos primeros mediante una lucha, como aconteció con el primero y el segundo.
31 Hoy habéis dejado de ser niños y podéis comprender el sentido de mis enseñanzas; también sabéis que vuestro espíritu no nació junto con el cuerpo que poseéis, y que el principio del uno no es el del otro.
Esos niños que mecéis en vuestros brazos llevan inocencia en su corazón, más en su espíritu encierran un pasado, a veces más largo y azaroso que el de sus mismos padres. ¡Cuán grande es la responsabilidad de quienes tienen que cultivar esos corazones para que su espíritu alcance progreso en el camino!
38 El Sexto Sello se encuentra desatado y el libro abierto ante vosotros; el candelero alumbra el Universo y el Verbo Divino, simbolizado por una lengua de fuego, os habla desde el infinito: es la voz del Cordero Inmolado en el Segundo Tiempo la que sorprende a los hombres, les ilumina y les levanta a la vida de la gracia.
51 No caminéis entre la duda y la fe porque nunca podrán ser firmes vuestros pasos ni sólidas vuestras determinaciones.
Tampoco me pidáis pruebas para creer, porque no sabéis en qué forma mi justicia podrá daros esas pruebas.
59 No os exijo que seáis infalibles porque el único infalible soy Yo; lo que sí os pido es sinceridad y buena voluntad en cada uno de vuestros actos, lo demás lo hago Yo para completar y perfeccionar vuestra obra, porque según sean vuestras obras así será vuestro galardón.