El Tercer Testamento Enseñanza 51
Versión Compendiada

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De Enseñanza 51


12 Las profecías que en mi palabra os he dado se cumplirán fielmente, porque no he venido a engañaros, no he venido a daros piedra por pan ni serpiente por pez. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

18 ¡Cuántas de las profecías de mis profetas están ya cumpliéndose! Por Joel os dije: -Derramaré mi Espíritu sobre toda carne-. Juan, el apóstol, vio este tiempo en sus visiones proféticas, y mi palabra seguirá cumpliéndose hasta la eternidad.

21 Una prueba mundial se avecina y quiero que mi pueblo se encuentre preparado, para que en medio de la tempestad sea el faro de esperanza que ilumine la ruta de los náufragos.

La prueba se aproxima; el cáliz de amargura, cual nunca ha sido bebido, conmoverá hasta su propio eje a este planeta.

Breve será la prueba en su tiempo, pero grande en su dolor, haciendo que los hombres despierten, mas despertarán entre escombros y cadáveres, entre blasfemias, crujir de dientes y mesar de cabellos.

En verdad, en verdad, tres cuartas partes de la Tierra serán tocadas, a ellas el dolor las lavará; escuchadme, pueblo, porque habréis de llevar estas palabras a todos vuestros hermanos.

Por eso preparo a mis soldados, a mis legiones de luz, para evitar que los espíritus se confundan sino para que en ese instante de prueba reciban en plenitud la luz y se acerquen a Mí, contemplando con los ojos de su conciencia su obra; no será mi justicia, no será mi tribunal el que le señale y reclame a cada quien las consecuencias y el fruto de su obra, sino que el juicio estará en su propia conciencia.

47 Todos los hombres y todos los pueblos tienen guías, mas si a ellos preguntase ¿Hacia dónde habéis sido conducidos?, todos me dirían: -Hacia el dolor, hacia el abismo y la destrucción.

49 La vida humana tiene leyes que debéis cumplir para estar en armonía con ella; la Naturaleza exige de vosotros su tributo.

Dad a cada ley el cumplimiento que corresponda, mas nunca os confundáis y me ofrezcáis el tributo que al mundo pertenece, ni a él deis la ofrenda que para Mí debía ser.

Sabed que quien cumple con ambas leyes, tanto en lo espiritual como en lo material, me está glorificando y llegará a Mí.

50 Por eso mi enseñanza no se concreta solamente al espíritu sino también a la vida humana, a la moral que dentro de ella debe tener el hombre, porque si os profundizáis en estas lecciones, veréis que la vida es una sola y el camino uno solo también.

No os sorprendáis que Yo os diga que dignifiquéis a la familia, que améis a vuestros padres, que los esposos se amen, que el hombre no vea en la mujer una sierva sino a su digna compañera, que la mujer vea en el hombre a su baluarte, su escudo; que los padres traigan al mundo hijos sanos, a los que guíen por el camino del bien.

59 No sólo os digo que purifiquéis vuestro espíritu sino también que fortalezcáis vuestra materia, para que las nuevas generaciones que de vosotros broten, sean saludables y sus espíritus puedan cumplir su delicada misión.


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