El Tercer Testamento Enseñanza 48
Versión Compendiada

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De Enseñanza 48


43 En esta Era ya no es Jesús, hombre, quien viene hasta vuestro mundo en pos de los pecadores y necesitados; ahora es Cristo, Espíritu, el que se manifiesta a la Humanidad, para descubrir entre las multitudes de este tiempo a los nuevos discípulos que le han de ser fieles hasta el fin. En una mesa espiritual les he ofrecido pan y vino, invisibles a los ojos humanos, pero reales ante el espíritu.

Muchos de los que hoy escuchan fervientemente mi palabra, en aquel tiempo no me creyeron, y Yo os pregunto: ¿Qué milagros y qué tiempos esperan los que escuchándome ahora no creen en mi comunicación? Dudan porque me comunico a través de hombres rudos y sencillos, y no por medio de sabios o de teólogos; mas Yo os digo que en todos los tiempos me encontraréis siempre entre los humildes.

44 Los que han llegado a comprender el valor de esta palabra y la han analizado hasta encontrar su esencia divina, son los que la guardarán como la semilla de la espiritualidad que mañana habrán de extender entre la Humanidad.

45 En el Primer Tiempo la voz del Señor se escuchó en el Tabernáculo; en el Segundo Tiempo os di mis lecciones de amor en el verbo de Jesús; ahora escucháis mi palabra a través del portavoz humano y mañana será mi inspiración la que ilumine a cada espíritu en una comunicación íntima entre el Padre y sus hijos.

46 En el Segundo Tiempo os dije: -No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios. Por tanto, el pan con que representé mi cuerpo fue tan sólo un símbolo. Hoy os digo: Tomad el pan de mi palabra, bebed el vino de su esencia y os sustentaréis eternamente.

47 Comprended que del Reino de la paz vengo al valle de lágrimas, de la mansión de los justos desciendo a conversar con los pecadores. No traigo corona ni cetro de rey; vengo lleno de humildad a comunicarme con vosotros a través de una torpe materia a la que transformo con mi luz y os sorprendo con la infinita verdad de mi enseñanza.

48 No me avergüenzo de vosotros, y a pesar de vuestros pecados e imperfecciones, jamás negaré que sois mis hijos, porque os amo. Más bien han sido los hombres los que han llegado a avergonzarse de Mí, negándome en múltiples ocasiones.

49 Hoy vengo a derramar mi Espíritu entre vosotros, para que aprendáis a rendirme culto espiritual y sencillo, libre de materialismo, de tradiciones y fanatismo.

50 Vosotros, que habéis derribado los falsos dioses que en tiempos pasados adorasteis, sabréis penetrar en este santuario que ahora estoy cincelando con mi palabra en vuestro espíritu.

51 Veo en vuestro corazón el deseo de que Yo permanezca entre vosotros doctrinándoos por siempre bajo esta forma; mas esto no debe ser, porque si accediera a vuestro ruego, entonces no haríais ningún esfuerzo para buscarme con vuestras obras de amor y os conformaríais con escuchar mis lecciones.

52 Desde tiempos pasados os he dicho que mi Reino no es de este mundo, y de cierto os digo que espiritualmente tampoco es la Tierra vuestra morada. El Reino del Padre está en su luz, en su perfección, en su santidad: ésa es vuestra verdadera morada, ésa es vuestra heredad. Recordad que os he dicho que sois los herederos del Reino de los Cielos.

Este planeta es como una morada que pasajeramente os alberga, en la cual vuestro espíritu está sometido a las pruebas de su purificación, con el fin de que al retornar a la morada espiritual, lleve en sí adelanto y progreso; por eso no debéis preguntaros, ¿por qué no he hallado paz y dicha perfectas en este mundo? De cierto os digo que ni los que han sido puros, han encontrado en este valle la verdadera paz.

53 Si esta Tierra os brindase todo cuanto deseáis, si en ella no existiesen las grandes pruebas espirituales, ¿quién de vosotros desearía llegar a mi Reino? Tampoco blasfeméis o maldigáis contra el dolor, ya que vosotros lo habéis creado con vuestras faltas. Apuradlo con paciencia y él os purificará y os ayudará a acercaros a Mí.

54 ¿Veis cuán grande es vuestro arraigo hacia las grandezas y satisfacciones de este mundo? Pues llegará el instante en que sea muy ardiente en vosotros el anhelo de apartaros de ellas.

55 Quien logra cumplir sus pruebas con elevación, experimenta paz en ese cumplimiento. Aquel que camina en la Tierra con la vista puesta en el Cielo, no tropieza ni se lastima sus plantas con los cardos del sendero de su restitución. Vosotros que me oís, resistid con amor vuestras pruebas para que seáis imitados; ved que vais adelantando en vuestro perfeccionamiento, pues si no fuera así, ¿a qué habéis venido en este día? ¿Por qué habéis dejado vuestro trabajo para sentaros en estos humildes banquillos? Porque venís en busca de paz, de luz, de fortaleza y de bálsamo.

Entre estas multitudes están los que buscan mi sabiduría y mis revelaciones, para llevar mañana este mensaje a las comarcas. También se encuentran los que mucho han pecado, los que con su rostro bañado en lágrimas me han dicho: -Padre, somos indignos de escuchar vuestra palabra Mas Yo os digo que es por vosotros por los que he venido, por aquellos que se han extraviado del sendero de evolución.

Nunca he venido a buscar justos a la Tierra, ellos ya están a salvo; busco a los que ya no encuentran fuerzas en sí mismos para salvarse, a los que doy mi bendición y mi caricia.

56 Si a alguno de vosotros le han dicho que su espíritu está perdido debido a sus faltas, y él quisiera aún reparar sus errores y salvarse, que venga a Mí, que Yo le daré mi perdón y le levantaré a una nueva vida. Ese será como Lázaro, que se levantó al escuchar la voz de Jesús cuando le dijo: -Sal afuera

57 Busco, asimismo, al ignorante, para abrir delante de sus ojos el libro de la verdad, el Libro de la Vida. Quiero que los que ayer me negaron y blasfemaron en contra mía, hoy se levanten entre la Humanidad formando un pueblo que sea espejo de espiritualidad, humildad y caridad, que dé testimonio de mi enseñanza con las obras de amor hacia sus hermanos.

59 Sed fuertes, y si por causa de mi Doctrina os desconociesen vuestros padres o vuestros hijos, dad pruebas de firmeza y de fe y no temáis, que mi poder y vuestro ejemplo les convencerán de esta verdad. Si algunos de los que os desconocieron se fueran de este mundo sin que los hubieseis convertido, no os desaniméis, que la semilla que en ellos sembrasteis, la llevaron en su espíritu y ella florecerá en otros mundos.

63 El discípulo espiritualista siempre tendrá presente en su vida, que el fruto de la siembra espiritual no se recoge en la Tierra; ¿por qué entonces muchos que se dicen discípulos míos, se desaniman ante la ingratitud o la indiferencia de la Humanidad?


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